viernes, 1 de marzo de 2013

Los refrescos y su impacto en la obesidad infantil


El consumo habitual de refrescos desde temprana edad aumenta la probabilidad de padecer obesidad 

Los refrescos están compuestos principalmente de azúcares como la sacarosa, glucosa, fructosa...por lo tanto una fuente rápida y concentrada de energía. Hay estudios que muestran una relación entre el incremento en el consumo de refrescos y la prevalencia de la obesidad hasta en un 34%. Se habla que el consumo de 1 litro de refrescos por día durante tres semanas equivaldría a la ganancia de 1kg de peso. Lo importante es que consumir  más de 500ml al día puede tener efectos como el desplazamiento de otros alimentos ocasionando un desequilibrio en la dieta, afectando la calidad de la alimentación y por lo tanto al estado de nutrición del niño.
La obesidad infantil la podemos relacionar con muchos factores entre ellos: el sedentarismo que se intensifica en épocas de vacaciones (julio, agosto...) donde los niños dedican la mayoría de su tiempo a la televisión, videojuegos... y en la mayoría de las ocasiones consumen refrescos mientras se desarrolla la acción, lo que se traduce como una disminución del gasto energético mientras se incrementa el consumo de energéticos, lo que puede llevar a la obesidad.
En conclusión, debemos moderar el consumo de refrescos e incrementar las horas de ejercicio para así poder contrarrestar las energías consumidas diariamente con este tipo de bebidas. 

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