miércoles, 27 de febrero de 2013

La dieta mediterránea remedio contra la obesidad

Llevar una dieta mediterránea y practicar actividad física pueden cambiar la predisposición genética a la obesidad


La dieta mediterránea se caracteriza por la abundancia de alimentos vegetales, como pan, pasta, arroz, verduras, hortalizas, legumbres, frutas y frutos secos, que se sitúan en la parte más baja de la pirámide nutricional. El empleo de aceite de oliva como fuente principal de grasa es otra de sus características fundamendamentales, junto a un consumo moderado de pescado, marisco, aves de corral, productos lácteos (yogur, quesos) y huevos. Destaca el consumo de pequeñas cantidades de carnes rojas.
Su importancia en la salud del individuo no se limita al hecho de que sea una dieta equilibrada, variada y con un aporte de macronutrientes adecuado. A los beneficios de su bajo contenido en ácidos grasos saturados y alto en monoinsaturados, así como en carbohidratos complejos y fibra, hay que añadir los derivados de su riqueza en sustancias antioxidantes, esenciales para prevenir el envejecimiento.
Este tipo de dieta es muy recomendable para prevenir la obesidad infantil puesto que son alimentos que nos proporcionarían la energía necesaria para que nuestros hijos crezcan en un ámbito saludable.

No hay comentarios:

Publicar un comentario